Quizás no lo digas en voz alta, pero ¿sientes que tu vida sexual se ha vuelto menos frecuente? No eres el único. Un reciente estudio reveló que Estados Unidos atraviesa una caída histórica en la actividad sexual, un fenómeno que sorprende a expertos y ciudadanos por igual. La pregunta es inevitable: ¿qué está pasando con el deseo y la intimidad?
Según el General Social Survey 2024 de la Universidad de Chicago, solo el 37 % de los adultos entre 18 y 64 años reportó haber tenido sexo al menos una vez por semana. Hace tres décadas, la cifra era del 55 %. Además, el 24 % de los jóvenes de 18 a 29 años dijo no haber tenido relaciones sexuales en el último año, el doble que en 2010. El medio Infobae lo resumió en un titular claro: “Un estudio reveló una caída histórica en la actividad sexual en Estados Unidos”.
¿No resulta sorprendente que, en la era de la hiperconexión, la intimidad esté en retroceso?
Los investigadores explican que esta baja en la frecuencia sexual no distingue género, estado civil ni nivel educativo. Afecta a solteros, casados, hombres, mujeres y personas de todas las orientaciones sexuales.
La única excepción son los mayores de 65 años, un grupo que históricamente ha reportado niveles más bajos de intimidad. Pero lo llamativo es que ahora la caída se concentra en los jóvenes adultos, en quienes antes se esperaba mayor vitalidad sexual.
No se trata de un único motivo, sino de una combinación de realidades sociales, culturales y emocionales:
¿Te reconoces en alguno de estos puntos? ¿Alguna vez preferiste quedarte con tu celular en la cama en lugar de buscar intimidad con tu pareja?
La actividad sexual no es solo placer físico. Está relacionada con el bienestar emocional, la reducción del estrés, la mejora del sueño y la conexión afectiva.
Una caída prolongada puede llevar a:
Esto no significa que tener menos sexo sea un problema en sí mismo. Pero cuando esa disminución responde a factores externos —como estrés, aislamiento o conflictos—, sí puede afectar el equilibrio emocional.
Los especialistas sugieren que la clave está en replantear prioridades y darle un espacio real a la intimidad:
Y si sientes que la desconexión se vuelve crónica, pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de cuidado. Puedes hacerlo con terapeutas y psicólogos online de SELIA.
Quizás la caída en la frecuencia sexual sea también un espejo de nuestro tiempo: más pantallas, más cansancio, más preocupaciones, y menos espacio para conectar desde lo íntimo.
La buena noticia es que este fenómeno no es irreversible. Recuperar la intimidad es posible cuando se atienden tanto los factores emocionales como los prácticos.
Si sientes que necesitas orientación o herramientas para fortalecer tu vida afectiva y emocional, recuerda que existen programas de apoyo en salud mental de SELIA que pueden ayudarte.
El estudio revela una realidad incómoda, pero también una oportunidad: hablar de sexualidad no solo como un tema de placer, sino de bienestar emocional y salud integral.
Al final, la pregunta que queda es: ¿qué estamos priorizando en nuestras vidas? ¿El trabajo, la pantalla, el agotamiento… o la conexión real con quienes amamos?
1. ¿Por qué está disminuyendo la actividad sexual en Estados Unidos?
Las principales causas son la reducción de matrimonios y convivencia, el uso excesivo de pantallas, el estrés pospandemia y factores económicos y laborales.
2. ¿Qué consecuencias puede tener tener menos sexo en la salud mental?
La baja frecuencia sexual puede aumentar el estrés, generar desconexión en la pareja, impactar en la autoestima y contribuir a la sensación de vacío emocional.
3. ¿Cómo se puede recuperar la intimidad en la pareja?
Mediante comunicación abierta, reducción del uso del celular en la cama, cuidado de la salud emocional y, si es necesario, buscando apoyo en programas de bienestar o con psicólogos profesionales.
En Selia te acompañamos con herramientas y ejercicios para cuidar tu bienestar emocional.
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