Bienestar
Author
Mauricio González
Published At
May 5, 2025
Reading Time
8
mins
Type of content
Artículo
Viparita Karani: una postura de yoga que gana terreno como herramienta de salud mental
Descubre cómo la postura de yoga Viparita Karani ayuda a reducir la ansiedad, relajar el sistema nervioso y mejorar la salud mental al final del día.

En medio de una sociedad que empuja al rendimiento constante, ciertas prácticas tradicionales resurgen como antídotos silenciosos frente al agotamiento emocional. Una de ellas es Viparita Karani, una postura de yoga restaurativo conocida también como "piernas contra la pared", que ha despertado el interés de expertos en salud mental por sus efectos reguladores sobre el sistema nervioso.

Aunque su origen se encuentra en textos clásicos del hatha yoga, donde se asociaba a la retención de energía vital (prana), hoy esta asana se ha popularizado por sus beneficios terapéuticos: reduce la ansiedad, favorece la circulación y mejora la calidad del sueño.

Una inversión simple con impacto fisiológico

La postura consiste en recostarse de espaldas, con las piernas elevadas y apoyadas verticalmente sobre una pared. Pese a su sencillez, se trata de una inversión suave que estimula el retorno venoso, descomprime la zona lumbar y activa la respuesta parasimpática del sistema nervioso.

Desde publicaciones como Vogue hasta plataformas especializadas en yoga, los testimonios coinciden: Viparita Karani no requiere experiencia previa, no exige esfuerzo físico y ofrece resultados inmediatos en términos de relajación.

Efectos sobre el estrés y la ansiedad

Uno de los efectos más destacados de la postura es su capacidad para inducir un estado de calma. “Después de solo unos minutos, sentí que mi respiración se ralentizaba y mi mente dejaba de correr”, escribió la periodista Morgan Fargo en Vogue México, al describir su experiencia al final de una jornada laboral.

El fenómeno no es anecdótico. Diversos instructores de yoga explican que al elevar las piernas se promueve el drenaje linfático, se reduce la carga sobre el corazón y se estimula el nervio vago, un canal clave en la regulación emocional. Estos efectos ayudan a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y favorecen la transición hacia estados de descanso.

Implicaciones clínicas

Aunque no reemplaza una terapia psicológica o farmacológica, Viparita Karani ha sido incorporada en contextos de acompañamiento emocional, especialmente como recurso complementario en cuadros de ansiedad leve, insomnio o fatiga crónica. Profesionales de la psicología y la medicina integrativa la recomiendan como herramienta para entrenar la autorregulación, el contacto corporal y la introspección.

Según explica el portal especializado DoYouYoga, practicarla entre cinco y veinte minutos puede estabilizar el ritmo cardíaco, relajar la musculatura profunda y preparar al cuerpo para el sueño. En personas con rutinas sedentarias, también contribuye a reducir la hinchazón en las piernas y el cansancio muscular.

Recomendaciones y contraindicaciones

Para practicar Viparita Karani en casa, se sugiere una pared despejada, una manta doblada o cojín bajo la pelvis, y ropa cómoda. No se requiere equipo especializado ni experiencia en yoga. Lo esencial es mantener el cuello neutro, respirar de forma consciente y evitar movimientos bruscos al finalizar.

Sin embargo, la postura no está recomendada en casos de glaucoma, hipertensión no controlada, hernia o durante menstruaciones intensas, según advierten instructores certificados. Ante dudas, se aconseja consultar a un profesional de salud.

Una pausa restaurativa frente al ritmo moderno

En tiempos marcados por la hiperconexión y la sobrecarga de estímulos, Viparita Karani ofrece algo poco habitual: un espacio para detenerse. Su valor no reside únicamente en sus efectos físicos, sino en el mensaje que transmite. Quedarse quieto también puede ser sanador.

“Es una de esas posturas que te enseñan a no hacer nada, y descubrir que eso también es valioso”, comenta una instructora entrevistada por The Sleep Company, plataforma de bienestar enfocada en descanso y sueño reparador.

Su creciente popularidad en Occidente —donde el yoga suele estar asociado al esfuerzo físico— parece responder a una necesidad cultural: la de reconciliarse con la quietud, permitir el descanso y fomentar el autocuidado sin culpa.

Una práctica que trasciende lo físico

Más allá de sus efectos fisiológicos, Viparita Karani representa una actitud. Frente al agotamiento emocional, la rigidez laboral y la cultura del rendimiento, esta postura encarna una forma de resistencia tranquila. Practicarla es elegir conscientemente el descanso, la presencia y el equilibrio.

Y si bien puede parecer una simple pausa con las piernas en alto, para muchos se convierte en una puerta de entrada a algo más profundo: la reconexión con el cuerpo y con uno mismo.

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