Productividad y atención
Author
Mauricio González
Published At
May 5, 2025
Reading Time
8
mins
Type of content
Artículo
Cuando el duelo se vuelve contenido: riesgos del trend “I Grieve Different” en jóvenes
“I Grieve Different” es una tendencia de TikTok donde el duelo se transforma en contenido estético. Analizamos su impacto en la salud mental de los jóvenes.

En las redes sociales emergen tendencias que ofrecen ventanas inesperadas a la salud mental de las nuevas generaciones. “I Grieve Different”, un trend en TikTok inspirado en la canción de Kendrick Lamar United in Grief (2022), ha ganado popularidad entre adolescentes y jóvenes adultos. En este fenómeno, se comparte el dolor personal con estética cuidadosamente curada, mezclando lo emocional con lo performativo. Si bien puede transparentar experiencias difíciles, expertos alertan sobre la potencial normalización de conductas dañinas como desórdenes alimenticios, la búsqueda de validación online y la romantización del sufrimiento.

¿Qué es “I Grieve Different”?

El audio –una línea melancólica y rítmica– inspira a los creadores a mostrar una primera escena positiva, seguida de la frase “I Grieve Different”, y luego una imagen contrastante que revela el sacrificio oculto de ese logro. Her Campus lo describe como una mezcla de logro y pérdida, donde lo bueno se acompaña de renuncias o costos emocionales. La estética es cuidadosamente cinematográfica: transición suave, filtros y música dramática.

Por ejemplo, un vídeo puede iniciar con un ambiente festivo por conseguir un nuevo empleo, luego saltar a la realidad de trabajar horas extra sin descanso. Este contraste produce una sintaxis emocional que mezcla aspiración con melancolía, conectando con quienes experimentan triunfos pero también dejan algo atrás.

Lo valioso y lo riesgoso: la dicotomía emocional

La psiquiatra Malika Closson observa que el fenómeno puede reconfortar al mostrar que lo bueno también puede doler, fomentando un sentido de comunidad entre quienes atraviesan cambios vitales. Se crea un espacio para compartir experiencias universales que, aunque estéticas, reflejan emociones genuinas.

Pero la otra cara es peligrosa. Tal como advierte Miriam Musa en Rolling Out, la línea entre expresión auténtica y explotación emocional es difusa. “El enfoque puede interferir con la verdadera sanación: si te preocupas de cómo tu dolor aparece ante otros, quizás no estás procesándolo realmente".

La presión estética: glamourizar el duelo

Los vídeos suelen ser visualmente atractivos: tonos melancólicos, encuadres cuidados, música impecable. Ese diseño puede convertir el duelo en contenido, en un guion emocional diseñado para viralizarse. Monique Bellefleur, terapeuta con licencia, señala que los jóvenes consumen contenido que normaliza síntomas graves de enfermedades –como amenorrea, pérdida de cabello o desnutrición– sin mostrar los riesgos clínicos.

Lara Zibarras, psicóloga y coach en recuperación de trastornos alimenticios, advierte que lo que parece un sacrificio trivial puede esconder daños reales. Por ejemplo, vídeos que proclaman “soy tan saludable” seguidos de consecuencias graves, crean un triángulo perverso: triunfo-sacrificio-romanticismo. Este patrón puede persuadir a adolescentes vulnerables a imitarlo sin comprender los peligros reales.

Impacto en adolescentes y jóvenes

GriefTok, la corriente más amplia de contenidos sobre duelo en TikTok, ha superado los 1.4 mil millones de visualizaciones bajo #grief y 40 millones bajo #grieftok. Esto indica que las plataformas digitales están reemplazando los espacios tradicionales de contención emocional, como la familia o la terapia.

Los adolescentes, predispuestos a la comparación social y al deseo de pertenencia, pueden verse atrapados: encuentran comunidad al mismo tiempo que aprenden a performar su propio dolor para encajar. Cuando el algoritmo prioriza ansiedad y trauma, pueden formarse bucles de contagio emocional, amplificados por la repetición de contenidos similares en el feed.

El dilema: comunidad o contagio

El debate gira en torno a si este tipo de contenido fortalece vínculos o refuerza el malestar. Desde un lado, compartir sentimientos puede ser un paso hacia la legitimación del duelo, sobre todo en culturas donde éste se minimiza. Closson defiende que al mostrar ambigüedad emocional –que el dolor no se ajusta a un guion uniforme–, se valida la experiencia personal.

Frente a esto, Rolling Out y Bellfleur advierten sobre la “contagiosidad” negativa: consumir calorías de duelo sin filtro funciona como retroalimento que puede inducir o agravar estados depresivos o ansiosos, especialmente si no hay intervención profesional.

Consejos para padres, educadores y jóvenes

1. Mantener el diálogo abierto

En lugar de prohibir el contenido, los adultos pueden preguntar con curiosidad: ¿qué te mueve a ver o crear estos vídeos? ¿Cómo te sientes después? La conexión emocional facilita el entendimiento sin juicios.

2. Distinción entre compartir y performar

Animar al joven a diferenciar entre compartir emociones auténticas y crear una narrativa estética. Bellfleur alerta: “Los trastornos alimenticios y otros no se curan con un challenge”.

3. Fomentar fuentes de apoyo adicionales

Sugerir asistencia a profesionales: consejería escolar, psicólogos o grupos de duelo. Explorar formas creativas de exponer emociones que no dependan de la validación pública.

4. Revisar el contenido consumido

Es útil revisar los feeds juntos, analizar si hay patrones que causan malestar o inspiran comportamientos autodestructivos.

5. Promover estilos de duelo saludables

El duelo es individual y complejo. No hay forma “correcta” de llorar. Validar la experiencia emocional sin necesidad de dramatizarla. Fomentar rituales íntimos puede ser más terapéutico que compartir en masa.

Perspectiva clínica y aprendizaje social

La psicología moderna reconoce varios estilos de duelo, subrayando que ninguno es superior. El duelo performativo puede ser una herramienta, pero no debe sustituir el proceso interno real. Incorporar conocimiento clínico ayuda a entender que la expresión no es el final, sino una parte del viaje emocional.

Plataformas como TikTok, JPG o Her Campus reflejan que estamos inmersos en un cambio cultural: los jóvenes buscan comunidades online para validar emociones difíciles. Esa digitalización del duelo puede ser útil, pero también riesgosa sin marcos de apoyo.

El fenómeno “I Grieve Different” abona el terreno de la visibilización emocional en entornos digitales, revelando facetas del duelo que antes permanecían silenciadas. Comprender su poder dual –divisor de inspiración y potencial catalizador de daño– es clave para abordar la salud mental contemporánea.

En PARLA!, invitamos a reflexionar sobre cómo formamos sentido en la red emocional digital: ¿estamos acompañando los duelos con escucha y cuidado, o potenciando la estética del dolor sin sostén? La empatía digital exige responsabilidad real. Dialoguemos con apertura, construyamos puentes entre comunidad y contención emocional, y reconozcamos que a veces, compartir no es curar, pero puede dar un paso hacia el camino.

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