¿Alguna vez pensaste que la vida podía sorprenderte con una nueva maternidad justo cuando tu cuerpo comenzaba a anunciar el cierre de un ciclo? Eso fue lo que vivió Valentina Rendón, reconocida actriz, cantante y guionista colombiana, al convertirse nuevamente en madre a los 47 años, en plena menopausia. Su historia es un testimonio de fortaleza, autenticidad y autodescubrimiento, que nos invita a reflexionar sobre los estigmas que rodean la maternidad tardía y el autocuidado emocional.
Antes de entrar en los detalles de su experiencia, vale la pena recordar la trayectoria de esta artista. Valentina se hizo conocida en Colombia y América Latina gracias a su participación en producciones televisivas como “Tabú”, “La Pola”, “Pa' quererte” y “Pobre Pablo”, entre otras. Su talento la llevó a consolidarse no solo como actriz de telenovelas, sino también como una mujer versátil que incursionó en el canto y la escritura de guiones.
¿Quién hubiera imaginado que, después de tantos éxitos en pantalla, también se convertiría en símbolo de un tema tan poco visibilizado: la maternidad en la madurez?
En mayo de 2023, Rendón compartió con el público que estaba embarazada nuevamente. Lo hizo durante el Día de la Madre, una fecha simbólica que cargó de emoción su anuncio. A los 47 años y en un contexto de menopausia, la noticia sorprendió incluso a ella misma. El embarazo no fue casualidad: llegó tras un tratamiento de fecundación in vitro, decisión que ella quiso visibilizar para derribar tabúes sobre la fertilidad en mujeres mayores.
En sus propias palabras: “Estoy en edad de menopausia, ya voy a cumplir los cincuenta, y empiezo a notar que mi pulso está muy acelerado”. Al inicio confundió los síntomas con los propios de la menopausia, hasta que la sorpresa del test positivo cambió su vida.
Ser madre durante la menopausia es un desafío físico y emocional. Rendón lo explicó sin adornos: “Ya entiendo por qué hay que tener hijos jóvenes… hay que correr detrás de ellos y todo”. La combinación de noches interrumpidas por la lactancia, sofocos, olvidos y un cuerpo cansado le exigió una resiliencia especial.
¿Te imaginas vivir al mismo tiempo los calores propios de la menopausia y las demandas de un bebé recién nacido? Para Valentina, la clave fue aceptar esa vulnerabilidad como parte de su proceso y no como un signo de debilidad.
La actriz contó episodios divertidos y desafiantes, como olvidar dónde dejaba objetos o incluso guardar zapatos en la nevera. Podría sonar a comedia, pero también revela el nivel de cansancio y la desorganización natural que acompaña la maternidad a cualquier edad, y que se acentúa con los cambios hormonales de la menopausia.
Ese relato conecta con la vida real: ¿quién no se ha sentido desbordado alguna vez entre las demandas del cuerpo y las del entorno?
En sociedades donde la maternidad suele idealizarse como exclusiva de mujeres jóvenes, el caso de Rendón genera preguntas incómodas. ¿Por qué seguimos juzgando la edad como factor absoluto en el derecho a ser madre? ¿Por qué el autocuidado y la maternidad parecen incompatibles en ciertos discursos sociales?
Valentina demuestra que el reloj biológico no debería ser una condena, sino una referencia más dentro de la pluralidad de experiencias. Ella eligió vivirlo a su manera, y esa elección también merece respeto.
Su experiencia resalta la necesidad de que las mujeres, sin importar la edad, incorporen rutinas de autocuidado en la maternidad. Valentina admite que no siempre es fácil, pero encontró en la autocompasión una aliada para sobrellevar el cansancio, el estrés y los olvidos. Dormir en intervalos, pedir ayuda, delegar y reconocer que no puede con todo fueron claves de su proceso.
Ese recordatorio es universal: cuidar de otros comienza por aprender a cuidarse a sí mismo.
Y si en este momento atraviesas una etapa de sobrecarga emocional o dudas sobre tu salud mental, recuerda que puedes encontrar apoyo en terapeutas y psicólogos en línea de SELIA disponibles para acompañarte.
Lejos de idealizar su experiencia, Valentina la narra con crudeza y humor. Reconoce que el cansancio es real, que la energía no es la misma que en su juventud, pero también que la sabiduría adquirida en el camino le permitió afrontar la maternidad con otra perspectiva.
“Hay que vivirlo y agradecerlo, con lo bueno y lo difícil”, podría resumir su testimonio. Esta mirada realista permite comprender que la maternidad no se trata de perfección, sino de presencia y amor.
Al compartir su historia, Rendón abre un espacio para la reflexión social:
¿No crees que testimonios como el suyo ayudan a desmontar prejuicios que todavía pesan sobre las mujeres en etapas avanzadas de su vida?
Más allá de lo personal, la experiencia de Valentina Rendón nos invita a aprender lecciones aplicables a la vida diaria:
Si te interesa trabajar en la resiliencia y el autocuidado que Valentina pone en práctica, puedes explorar los programas de bienestar emocional de SELIA, diseñados para acompañar procesos vitales de transformación y equilibrio.
1. ¿Cómo se enteró Valentina Rendón de que estaba embarazada?
Al inicio confundió los síntomas con los de la menopausia, hasta que un test positivo y posteriores estudios confirmaron la noticia.
2. ¿Qué dificultades resaltó de ser madre en la menopausia?
El cansancio físico, los sofocos, los olvidos y la falta de energía para enfrentar las demandas diarias de un recién nacido.
3. ¿Por qué decidió hablar públicamente de su experiencia?
Para visibilizar el proceso de fecundación in vitro y normalizar la maternidad tardía, desmontando prejuicios sociales y ofreciendo esperanza a otras mujeres.
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