Desde su irrupción como galán de Hollywood en los años noventa, Brad Pitt siempre proyectó una imagen de carisma, seguridad y éxito. Sin embargo, detrás de esa fachada se vivían episodios de ansiedad, consumo excesivo de alcohol y una constante fuga emocional. Su reciente confesión sobre su paso por Alcohólicos Anónimos (AA), recreada en un sincero testimonio durante el podcast Armchair Expert con Dax Shepard (23 de junio de 2025), marca un hito en su trayectoria: una estrella que se desnuda emocionalmente y comparte su historia para inspirar a otros a buscar ayuda.
Brad Pitt reconoció públicamente que durante los noventa y en los inicios de su matrimonio con Jennifer Aniston descartó casi todas las drogas, menos el alcohol. En un reportaje de People en 2025, admitió:
“Me bebía más que un ruso con su propia vodka. Era un profesional. Hacía lo mismo cada noche, anestesiándome para dormir”.
También declaró en The Hollywood Reporter:
“Estaba fumando demasiada hierba; me sentaba en el sofá y me convertía en un donut… era la manera de ocultarme de la celebridad” .
Ese consumo constante de alcohol se mantuvo e incluso se intensificó a lo largo de los años, sirviéndole como amortiguador de la presión, el duelo, el aburrimiento y la incertidumbre.
En 2016, todo cambió. La crisis matrimonial con Angelina Jolie culminó con una denuncia por un altercado a bordo de un avión familiar, desencadenando divididas versiones y una investigación oficial, de la cual Pitt fue exonerado. Sin embargo, lo que marcó su vida emocional fue la ruptura y el colapso familiar que se produjo a raíz.
En 2019, en un perfil para The New York Times, admitió que llevaba el alcohol "tan lejos como pudo", hasta el punto en que dijo: “Eliminé mis privilegios de beber”.
Se trata del momento de máxima tensión para cualquier sistema emocional. Ese fue el detonante que lo impulsó a buscar ayuda profesional y comunitaria.
En junio de 2025, Brad Pitt participó en el episodio de Armchair Expert, donde relató su integración en AA. Sus declaraciones ofrecen un testimonio crudo, honesto y emotivo:
Estos pasajes reflejan una decisión que trasciende la imagen pública: reconocer el problema, abrirse al dolor y aceptar guía externa.
También puntuó la filosofía de AA:
Así, AA se convirtió en un espacio donde vulnerabilidad y humor se combinan para producir liberación emocional y conexión auténtica.
Además del entorno grupal, Pitt confirma que complementó su proceso con psicoterapia. En The New York Post, relató:
“Cuando me metí en terapia, era como: 'Hice esto, hice aquello...' Estaba desesperado”.
La combinación de AA y terapia permitió dos cosas esenciales:
En su confesión para El País (2019), Pitt contó que asistió a reuniones de AA durante aproximadamente un año y medio.
Este nivel de compromiso muestra un enfoque serio y disciplinado, no una decisión superficial o publicitaria. Con ejemplos así, deja claro que la recuperación requiere tiempo, esfuerzo continuado y constancia, aspectos frecuentemente omitidos en narrativas sobre adicciones.
Un punto recurrente en su testimonio es el reconocimiento de responsabilidad. En New York Post, destacó:
“Cuando me meto en s---, soy bueno para asumir responsabilidad… ¿Qué hago con esto?” .
Este modo de afrontamiento es una piedra angular del proceso de recuperación: no se trata solo de dejar hábitos perjudiciales, sino de aprender cómo reparar, evitar recaídas, y transformar comportamientos.
Brad Pitt no recorrió este camino en soledad. Puso en valor el rol de amistades cercanas como Bradley Cooper:
En Armchair Expert, describió a Dax Shepard como un soporte emocional fundamental, un acompañante en su proceso de recuperación.
Estas alianzas muestran cómo gran parte de la recuperación radica en relaciones de empatía y ejemplo.
Gracias a AA y terapia, Pitt logró alejarse del alcohol y transitar hacia un estilo de vida más sano. Desde 2016 mantiene su abstinencia (en 2025 lleva casi una década sin tocar la bebida).
Su bienestar emocional se refleja en:
Para una plataforma como PARLA!, el testimonio de Brad Pitt ofrece lecciones profundas:
Que alguien de su categoría hable abiertamente rompe el silencio y desmonta la idea de que "solo los débiles se enferman".
“estaba en mis rodillas”, “me sentí increíblemente libre al mostrar mi lado feo”, son frases que humanizan, reducen vergüenza y motivan a la apertura.
AA + psicoterapia + redes de apoyo funcionan en sinergia. No hay fórmulas mágicas, sí compromiso, esfuerzo y acompañamiento.
No se evade el pasado: se asume, se aprende, se corrige. Esa actitud es un ejemplo ético y emocional.
Un año y medio, terapia continua, vida sobria. Nada de soluciones rápidas ni curaciones instantáneas.
Basándonos en su experiencia y en buenas prácticas en salud mental:
Brad Pitt es, por méritos propios, una figura inspiradora. Su testimonio de caída, auto-reconocimiento y reconstrucción ofrece un espejo para miles de personas: no hay edad ni éxito que impida caer, pero sí ejemplo y apertura para alzarse.
Para PARLA!, su historia es una plataforma para educar, acompañar y motivar. Cada paso que compartir—“reiniciar”, “levantarse”, “abrirse”— es un llamado a que nadie viva en silencio. Y si una estrella puede confesar sus fragilidades, pedir ayuda y hacer un camino de resiliencia, entonces cualquiera puede hacerlo también.